Imagina diseñar cuidadosamente un modelo, solo para descubrir que el producto físico final muestra sutiles desviaciones de tus expectativas. El culpable invisible detrás de tales discrepancias es a menudo el kerf, el ancho inevitable del material eliminado durante el corte por láser. Dominar este parámetro es esencial para lograr precisión en las aplicaciones de corte por láser.
Kerf, también conocido como ancho del haz láser o ancho de corte, se refiere al ancho del material eliminado cuando un haz láser corta el material. Esta medida no es constante, sino que varía según múltiples factores. A diferencia del corte mecánico, donde las herramientas separan físicamente el material, el corte por láser utiliza haces de alta energía para calentar los materiales hasta los puntos de fusión o vaporización, con gases de asistencia (oxígeno, nitrógeno o aire comprimido) que eliminan el material fundido o vaporizado, dejando atrás el kerf.
El ancho del kerf impacta directamente en la precisión del corte, el ajuste de las piezas y la eficiencia del uso del material. Comprender estos factores influyentes permite mejores ajustes del proceso y optimización de parámetros.
Diferentes materiales exhiben diferentes tasas de absorción del láser, conductividad térmica, puntos de fusión y temperaturas de vaporización. Generalmente, los materiales más gruesos requieren más energía láser, lo que resulta en kerfs más anchos. Por ejemplo, el acrílico muestra variaciones notables en el kerf en diferentes grosores, mientras que los materiales más densos como los metales suelen producir kerfs más anchos.
Una mayor potencia o velocidades más lentas generalmente aumentan el ancho del kerf, aunque una configuración excesiva puede causar sobrecalentamiento del material, fusión de los bordes o deformación. Se deben determinar combinaciones óptimas de potencia y velocidad para cada material y grosor.
La longitud focal determina el tamaño del punto: un enfoque más corto produce puntos más pequeños con mayor densidad de energía para un corte de precisión, mientras que un enfoque más largo proporciona una mayor profundidad de campo. El modo del haz (por ejemplo, TEM00) afecta la calidad de la distribución de energía, con modos imperfectos que pueden causar anchos de kerf desiguales.
Los gases de asistencia eliminan el material fundido y enfrían los bordes de corte. El oxígeno mejora la velocidad de corte del metal, pero ensancha los kerfs, mientras que el nitrógeno produce bordes más limpios con un corte más lento. Una presión de gas incorrecta deja material residual o interrumpe el haz láser.
Diferentes láseres (CO₂, fibra, YAG) con diferentes longitudes de onda, niveles de potencia y calidades de haz se adaptan a diferentes materiales. La frecuencia de pulso y la configuración del ciclo de trabajo también afectan el ancho del kerf.
Incluso dentro del mismo lote de material, las variaciones de grosor, densidad y composición pueden causar inconsistencias en el kerf, lo que requiere compensación para trabajos de precisión.
Las trayectorias curvas pueden producir diferentes kerfs que los cortes rectos, y el rendimiento de la máquina puede variar entre los ejes. La optimización de la trayectoria y la compensación direccional pueden mejorar la consistencia.
La medición precisa del kerf permite un ajuste adecuado del proceso. Los métodos comunes incluyen:
Los enfoques prácticos para gestionar los efectos del kerf incluyen:
| Material | Grosor (mm) | Kerf Promedio (mm) |
|---|---|---|
| Acrílico | 1-3 | 0.18 |
| Acrílico | 5-8 | 0.21 |
| Acrílico | 10-15 | 0.30 |
| Acrílico | 20 | 0.32 |
| HIPS, PETG, Estireno | 1-3 | 0.45 |
| Contrachapado de Abedul | 0.8 | 0.08 |
| Contrachapado de Abedul | 1.5 | 0.16 |
| Contrachapado de Abedul | 3 | 0.20 |
| Contrachapado de Abedul | 6 | 0.22 |
| Contrachapado de Abedul | 12 | 0.30 |
Al diseñar para corte por láser:
Dominar la comprensión y el control del kerf permite una mayor precisión en las aplicaciones de corte por láser, lo que garantiza una mejor calidad de las piezas y la eficiencia del material en diversas industrias.